En plena época de reordenación territorial de nuestro país, comienzan a aparecer términos que ni sabía que existían, porque, seamos sinceros, jamás me he leído un estatuto autonómico, ni pienso.
Nacionalidad autonómica, realidad nacional, nación, estado, patria... palabras. Palabras que expresan sentimientos, imagino, y es por eso que despiertan tantas y tan exaltadas emociones. En definitiva, palabras, aunque hoy venga a hablar de sentimientos. Quizá muchos de los que lean esto (que tampoco serán muchos, para qué nos vamos a engañar), no sepan apreciar la conmoción de mis palabras, pero la rabia y la tristeza se ha adueñado de mí al leer la siguiente noticia publicada hoy por El País:
Nacionalidad autonómica, realidad nacional, nación, estado, patria... palabras. Palabras que expresan sentimientos, imagino, y es por eso que despiertan tantas y tan exaltadas emociones. En definitiva, palabras, aunque hoy venga a hablar de sentimientos. Quizá muchos de los que lean esto (que tampoco serán muchos, para qué nos vamos a engañar), no sepan apreciar la conmoción de mis palabras, pero la rabia y la tristeza se ha adueñado de mí al leer la siguiente noticia publicada hoy por El País:
Arrancadas 80 mimosas en Aluche para reparar un carril-bici
Al menos 80 acacias de la especie Deabalta, árbol conocido en Madrid como mimosa, han sido arrancados de sus alcorques en la calle de Valmojado, en Aluche, en el curso de una actuación de una contrata municipal para reconstruir un carril bici mal diseñado. A otros 120 árboles de la misma especie les aguarda el mismo destino, según han denunciado fuentes de Ecologistas en Acción. Un portavoz municipal asegura: "Los 80 árboles han sido trasplantados en una zona ajardinada entre el paseo de Extremadura y la Casa de Campo".
La actuación sobre las mimosas es resultado de la aplicación de un pacto de las asociaciones vecinales del barrio con el Ayuntamiento, suscrito el 14 de marzo, encaminado a transformar la anterior disposición de un carril-bici paralelo a la calle de Valmojado. El carril, contiguo al parque del Alcalde Carlos Arias, dejaba en el lado más cercano a la calzada, y más peligroso, un pasillo para peatones, que por ello invadían el espacio de los ciclistas.
"Nosotros planteamos rectificar esa disposición, de manera que quedara el carril-bici en el exterior y la franja peatonal más resguardada del tráfico", explica Javier Poveda, vicepresidente de la Asociación de Vecinos del Lucero, que firmó el acuerdo con el Ayuntamiento."Pero lo que nosotros rubricamos fue que las mimosas fueran trasplantadas, no arrancadas, y, menos aún, que lo fueran durante su floración, que es ahora, cuando más sufren", añade Poveda. "La concejalía de Movilidad se opuso en redondo a nuestra propuesta, que planteaba reducir un carril de la calzada, porque los flujos de tráfico en la calle de Valmojado lo permitían", señala Poveda.
"No nos ofrecieron otra opción que la de trasplantar las mimosas, pero tampoco han cumplido su compromiso", se queja.Ana López, vecina y miembro de Ecologistas en Acción, dice por su parte: "Las cien mimosas arrancadas de Valmojado se encontraban sanas; las 120 restantes también lo están. Tienen una edad media de unos 12 años y se encontraban en plena floración".
Por segundo año consecutivo la torpeza de la Junta Municipal arranca un símbolo de nuestro barrio, nuestro Aluche. El año pasado fue la demolición de un auditorio que llevaba 20 años con nosotros y que forma parte de los recuerdos de toda una generación del barrio, motivo: desde la concejalía de urbanismo se quiso hacer un poquito más solvente la economía de un familiar, pero vamos, no ha quedado en más que un escándalo de barrio. Y ahora nuestras acacias, esas que cuando florecían nos recordaban a todos que la primavera había decidido volver a engalonar nuestras calles.
Algunos vecinos estamos hartos, aunque intenten hacer callar nuestras voces, ya que a la Asociación de Vecinos de Aluche en su caseta de las fiestas que ahora disfrutamos les prohíben vender camisetas, no les dejan poner música, ni hacer conciertos, ni vender libros, ni repartir hojas informativas, ni recoger firmas,...
Evidentemente en mi barrio no habrá un referendum para modificar ningún estatuto vecinal, por eso no tendré que decidir si prefiero ser una realidad nacional, una nacionalidad, un distrito barriado o un barrio adistritado, en definitiva solo serán palabras. El sentimiento se lleva dentro.
Algunos vecinos estamos hartos, aunque intenten hacer callar nuestras voces, ya que a la Asociación de Vecinos de Aluche en su caseta de las fiestas que ahora disfrutamos les prohíben vender camisetas, no les dejan poner música, ni hacer conciertos, ni vender libros, ni repartir hojas informativas, ni recoger firmas,...
Evidentemente en mi barrio no habrá un referendum para modificar ningún estatuto vecinal, por eso no tendré que decidir si prefiero ser una realidad nacional, una nacionalidad, un distrito barriado o un barrio adistritado, en definitiva solo serán palabras. El sentimiento se lleva dentro.
4 cotillas:
Cómo te entiendo. Este Madrid va cambiando en estas pequeñas cosas de barrios, que no salen en las noticias, que no tienen baronesas mediáticas, y que hacen que todo sea más incómodo, más inhóspito.
El otro día fuí a la Feria del libro y me di cuenta que han empedrado una entrada del Retiro que antes era de tierra. Son nada más unos metros, pero son unos metros aquí, otros allá, unos árboles aquí, un jardín allá. Si un día los políticos se diesen cuenta que son las pequeñas cosas, y no las grandes reformas las que nos hacen todo más habitable...
Mi barrio no es el mismo y no lo volverá a ser. Es difícil recuperar las bibliotecas, las actividades culturales y los parques donde ahora hay centros comerciales.
Parecemos dos carcas hablando de nuestras épocas de mozuelos... jajaja. Pero es que jode cuando duele lo que te quitan.
Suma y sigue...
Otro símbolo de nuestro barrio es la pradera. Lugar de encuentro de cientos de jóvenes que desde hace decenios utilizan este lugar como punto de reunión. Pues bien, el ayuntamiento ha decidido que este año, en lugar de los cubos de basura que ponían otros años para evitar la degradación de la pradera, lo más sencillo era cortar de raíz el problema. Durante más de cinco horas estuvieron REGANDO la pradera hasta llegar a saturar de agua calles colindantes, para que nadie se pudiera sentar allí. Por no mencionar que horas antes la policía municipal echaba a la gente de la pradera, como si de otras épocas estuvieramos hablando...
Jajaja, sí, solo nos falta acodarnos en una valla de obras a criticar lo que hacen.
Pues lo de la pradera que dices no lo entiendo, si todos los jardines de la plaza de Oriente están plagados de turistas tirados a la bartola... pero claro, son turistas.
El otro día estuve viendo otra vez fotos de mi barrio del Google Earth y... pff, la Gran Vía esta que han hecho es como una autopista con macetones (con arbustillos enanos, pero que ocupan todas las aceras), y todo lo de alrededor de marrón tierra.
Publicar un comentario