Sueños que se hacen realidad

Hay situaciones que no dejas de imaginar sin saber si van a llegar a convertirse alguna vez en realidad. Dejando de lado la intencionalidad sexual que alguno quisiera darle a esta primera frase, seguro que hasta al más gallardo le saltarían los colores reconociendo a viva voz cuál ha sido ese momento con el que le ha gustado fantasear mientras paseaba por la calle, leía un libro o escuchaba una canción...

Aunque pudiera llegar a parecer lo contrario, no he decicido volver al blog (mientras me daba cuenta de la evidente falta de estética de este lugar) para confesar ninguna fantasía oculta, simplemente es que hace poco menos de una semana pude disfrutar de un momentazo musical que nunca pensé que pudiera llegar. Y es que las probabilidades de que un cantautor guatemalteco tocara un concierto en España era poco probable, fundamentalmente porque su discográfica había fallado varias veces en la maniobra.

Pero finalmente allí estaba yo, con la única persona con la que podía compartir una experiencia como esa y la carne de gallina cuando dijeron que faltaban pocos minutos para que comenzara el concierto de Ricardo Arjona. No me lo podía creer. Cuando apareció en el escenario mientras sonaban los primeros acordes de "En el espejo", me dí cuenta de que esa noche no iba a ser facilmente olvidable. Acompáñame a estar solo, hizo que se me saltaran las lágrimas (literal), el problema, taxi, quiero, como duele, te conozco, tarde o minutos me llevaron a la siempre gratificante mezcla de éxtasis y afonía, marcas de la noche en la que el sueño se hizo realidad.


El apa online

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Volví al lugar donde el amor solía entretenerse y solo queda la canción que dice que no vuelves